La conciencia difusa es análoga a la luz que proyecta una sensación de calidez, luz y brillo a todo aquello que está dentro de su círculo de actuación.
Podría entenderse como aquella especial actitud de atención generalizada que permite a una persona darse cuenta de especiales matices no perceptibles a los sentidos, sino quizá más bien a los sentimientos o quizá en su conjunto a la percepción sensorial, a aquellos sonidos de fondo que sólo algunos privilegiados pueden intuir.
Quizá por esta llamada conciencia difusa algunos padres pueden oir el llanto de un bebé, algunas esposas pueden intuir cuando su marido se encuentra incómodo en una reunión, algunos esposos perciben cuando a su mujer le ocurre algo, y algunas personas detectan enfermedades en sus familiares ...
Por el contrario la conciencia enfocada la ostentan personas que se focalizan a un objetivo concreto.
Suele decirse que las personas más orientadas hacia esta conciencia difusa son más susceptibles de ser escogidas como víctimas.
En cambio las personas capaces de centrarse y orientarse a un objetivo concreto, que definen sus límites, resuelven problemas e idean estrategias demandan una conciencia concentrada.
Para evitar ser víctima la persona debe parecer ser confiada si no lo fuera, estar concentrada en su esencia como persona no en la de los demás, un caminar enérgico ayudará bastante en la delimitación del rol que desea desarrollar.
Un abrazo. Mari Cruz
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