jueves, 26 de febrero de 2009

Pétalo 12 :) Naranjas con ...

Un estudiante de medicina fue a casa de un eminente médico y le pidió convertirse en aprendiz en el arte de la medicina.

D - Te comportas de modo poco paciente - dijo el doctor- y por eso fallaras en observar cosas que necesitas aprender. Hay que escuchar con todos los sentidos. 

Pero el joven suplicó, y el médico accedió a aceptarle. Después de algunos años el joven sintió que podía ejercer algunas de las habilidades que había aprendido. Un día un hombre se acercaba andando hacia la casa y el doctor, mirándole desde la distancia, dijo:

D - Este hombre está enfermo. Necesita naranjas. 

E - Has hecho el diagnostico sabio doctor, déjame recetarle y habré hecho la mitad del trabajo;  dijo el estudiante.

D -Muy bien- dijo el doctor-, con tal que recuerdes que la acción también deberá ser considerada como ilustración.

E - Tan pronto como el paciente llegó al umbral, el estudiante le hizo entrar y dijo :

D - Usted está enfermo. Tome naranjas. 

P - ¿Naranjas?-gritó el paciente- ¡las naranjas te las comes tú niñato aprendiz! ¡vaya disparate, que locura! - y se marchó. 

E - El joven preguntó al sabio doctor cual era el significado de lo sucedido.

D - Lo ilustraré cuando tengamos un caso similar- dijo el doctor.

Poco después los dos estaban sentados en el exterior de la casa cuando el doctor levantó su mirada y vió a un hombre que se acercaba.

D -Aquí hay una ilustración para ti, otro hombre que necesita naranjas - dijo el doctor. Se hizo entrar al paciente, y el doctor le dijo:

D - Puedo ver e intuir que es usted un caso difícil e intrincado. Déjeme ver... sí ahá, usted necesita una dieta especial. Ésta deberá estar compuesta de algo esférico, con pequeños alvéolos en su interior, que crezca naturalmente de modo natural gracias al sol y al agua, tenga un color vivo que le alegre cuando lo coma y que le proporcione vitaminas que usted precisa.

Veamos, una manzana ... no sería del color más adecuado ... los limones, no los limones son demasiado ácidos... entonces que nos queda... Ya lo tengo: !Naranjas¡

Son idóneas para lo que usted necesita. 

P - El paciente se marchó encantado y agradecido  con su receta de naranjas. 

E - Pero, Doctor -dijo el estudiante- ¿Por qué no le dijiste directamente "naranjas"?

D - Por que en las universidades y en los libros enseñan muchas materias teóricas que usted conoce sobradamente; en cambio en la mayoría de las situaciones de la vida, además de naranjas como bien se diagnosticó - dijo el sabio doctor - se precisa ...

Se precisa "tiempo" o dedicación para con los demás, ya que una pizca de esta medicina genera muchos más progresos que muchos fármacos.

Se precisa "tiempo" o dedicación de corazón para con los demás, ya que una pizca de esta medicina genera muchos más progresos que muchos fármacos, al paciente no sólo le curarán las naranjas sino la confianza que tenga en ellas y ello en gran parte depende de usted

Un abrazo. Mari Cruz

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Pétalo 11 :) Esposas que nos atan

Un habitante de un pequeño pueblo descubrió un día que sus manos estaban aprisionadas por unas esposas. Cómo llegó a estar esposado es algo que carece de importancia ahora.
Tal vez lo esposó un policía, quizás su mujer, tal vez era esa la costumbre en aquella época por convencionalismos sociales, quién sabe?  Lo importante es que de pronto se dió cuenta de que no podía utilizar libremente sus manos, se dió cuenta que estaba prisionero.
Durante algún tiempo forcejeó con las esposas y la cadena que las unía intentando liberarse. 
Trató de sacar las manos de aquellos aros metálicos entrelazados, pero todo lo que logró fueron magulladuras y heridas. Vencido y desesperado salió a las calles en busca de alguien que pudiese liberarlo.
Aunque la mayoría de los que encontró le dieron consejos y algunos incluso intentaron soltarle las manos, sus esfuerzos sólo generaron mayores heridas, agravando su dolor, su pena y su aflicción.
Muy pronto sus muñecas estuvieron tan inflamadas y ensangrentadas que dejó de pedir ayuda, aunque no podía soportar el constante dolor, ni tampoco su esclavitud.
Recorrió las calles desesperado hasta que, al pasar frente a la fragua de un herrero, observó cómo éste forjaba a martillazos una barra de hierro al rojo. Se detuvo un momento en la puerta mirando. Tal vez aquel hombre podría ..., quién sabe?

Cuando el herrero terminó el trabajo que estaba haciendo, levantó la vista y viendo sus esposas le dijo: "Ven amigo, yo puedo liberarte".
Siguiendo sus instrucciones, el infortunado colocó las manos a ambos lados del yunque, quedando la cadena sobre él.
De un solo golpe, la cadena quedó partida. Dos golpes más y las esposas cayeron al suelo.
Estaba libre, libre para caminar hacia el arco iris, disfrutando del sol y el cielo , libre para hacer todas las cosas que quisiera hacer y poder decidir sobre su destino. 
Podrá parecer extraño, lo cierto es que nuestro hombre a partir de entonces decidiese permanecer en aquella herrería, junto al carbón y al ruido. Sin embargo, eso es lo que hizo.
Se quedó contemplando a su libertador al herrero del pueblo. 
Sintió hacia él una profunda reverencia y nació un profundo agradecimiento en su interior que plasmó en el deseo de servir al hombre que lo había liberado tan fácilmente. Pensó que su misión era permanecer allí y trabajar. Así lo hizo, y se convirtió en un simple ayudante del herrero el resto de su vida.
Libre de un tipo de cadenas, adoptó otras más profundas y permanentes.
Puso esposas a su mente habiéndose librado de las físicas.
Curiosamente, había llegado allí buscando la libertad por dos argollas de hierro y encontró unas mayores ...
Un abrazo. Mari Cruz
Decide seguir tu camino tras haber agradecido al herrero su trabajo, 
sólo tu te atarás nuevamente a quién o a lo qué quieras ...
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Pétalo 10 :) La taza vacía

Nan-in, un maestro japonés durante la era Meijí (1868-1912) recibió a un profesor universitario que le vino a preguntar sobre el Zen

Nan-in sirvió el té. Llenó la taza del visitante, y luego continuó vertiendo.

El profesor la vió rebosar, hasta que no pudo contenerse y dijo:

-El té está rebosando maestro. ¡No cabe más!

-Como esta taza, dijo Nan-in, usted está lleno de sus propias creencias, opiniones, juicios y especulaciones.

¿Cómo puedo mostrarle toda la esencia del Zen, a menos que primero usted vacíe su taza?

Relatos de Ecología Emocional - Jaume Soler y Maria Merçé Conangla

Un abrazo. Mari Cruz.

Desaprender las creencias que nos limitan,

es mucho más duro,

que aprender la sabiduría y recursos

que nos potencian.

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Pétalo 9 :) Tenemos todo por abrir ...

Una empresa fabricante de zapatos envió a un viajante a África para que abriese nuevo mercado. 

Después de un mes, el viajante volvió a la empresa con un informe totalmente negativo diciendo que allí no había ninguna posibilidad de negocio:

- En África casi todos van descalzos. Por lo tanto no vamos a vender nada. 

La dirección de la empresa, no obstante, decidió enviar allí un segundo viajante. Éste después de un mes, elaboró un informe totalmente positivo:

-¡Estamos de enhorabuena, señores! En aquel país nadie tiene zapatos. 

¡Tenemos todo un mercado para abrir!

Un abrazo. Mari Cruz.

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miércoles, 25 de febrero de 2009

Pétalo 8 :) ¿Qué decía el cocodrilo?

Hace mucho tiempo, un voraz cocodrilo, que vivía en cierta parte de la India, devoraba a todos los viajeros que intentaban cruzar una determinada ciénaga. 

Durante años este cocodrilo vio, con toda naturalidad, su misión de predador hasta el día en que escuchó ciertos rumores que circulaban sobre él. 

Los pájaros, los peces y otros animales del entorno tenían una idea clara de la fuerza y crueldad del cocodrilo, y se veian obligados a reconocer que era practicamente imposible escapar a sus colmillos. 

Pero afirmaban que este cocodrilo temido cocodrilo no conocía la verdad. Tal frase atormentó durante mucho tiempo al saurio.

¿Cómo era posible que él, gran devorador universal, no conociese la verdad? 

Por otro lado, si no la conocía, no podría reconocerla, y de este modo ignoraba el hecho de que no la conocía. En tal caso, qué debería hacer para aprender lo que ignoraba, sin saber de antemano la naturaleza de esa cosa que desconocía, es decir la verdad. 

Estas reflexiones amargaban el cerebro del pobre animal, que se aburría en su marisma. 

Un día se presentó ante él una jóven dispuesta a cruzar la ciénaga. El cocodrilo iba a echarse sobre ella para devorarla, tal y como le dictaba su instinto. 

Pero se detuvo por un súbito impulso, y dijo a la jóven:

C - ¿Conoces tu la verdad?

J - Si, respondió ella muy tranquila. 

C - Bueno, pues si tu me dices la verdad, yo no te devoraré.

J - La jóven reflexionó por un minuto, y después dijo: La verdad es que tu me vas a devorar. 

El cocodrilo se quedó con la bocaza abierta y los ojos de un sapo, pues el enunciado de la verdad siempre sorprende al que la escucha por primera vez. 

Cuando finalmente salió de su asombro, la jóven ya había cruzado el río y se alejaba corriendo. 

Pero, entonces, ¿Quién es el que en esta historia, dijo la verdad?

La mujer había dicho: "La verdad es que tu me vas a devorar", ahora bien el cocodrilo no había devorado a la jóven mujer, quien entonces había mentido. 

El cocodrilo había dicho: "Si me dices la verdad, yo no te devoraré".

El cocodrilo no había devorado a la jóven, por lo tanto, había dicho la verdad. 

Pero la jóven no la había dicho; así pues, él debiera haberla devorado.

Y si la hubiera devorado, la jóven habría dicho la verdad: 

Y por su parte, el cocodrilo habría mentido.

La verdad de uno,

es la mentira de otro. 

De esa manera se manifiesta frecuentemente la Verdad. 

"Encuentre su verdad en los cuentos de sabiduría"

cuentos de Edouard Brasey.

"La verdad de nuestro mental,

es la mentira de nuestra alma"

Lo positivo,

lo negativo, 

y el todo. 

Un abrazo. Mari Cruz

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Pétalo 7 :) Prepárate para llegar léjos

Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. 

El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún; así que el leñador se decidió a hacer buen papel. El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona. 

El hombre entusiasmado salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles. 

Te felicito- dijo el capataz – sigue así. Animado por las palabras del capataz, el leñador se decidió a mejorar su propio desempeño al día siguiente; así que esa noche se acostó bien temprano. 

A la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.

Me debo haber cansado – pensó y decidió acostarse con la puesta del sol. Al amanecer, se levantó decidido a batir su propia marca de dieciocho árboles. 

Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de voltear su segundo árbol.

Inquieto por el pensamiento del capataz, el leñador se acercó a contarle lo que le estaba pasando, y a jurarle y perjurarle que se esforzaría al límite de desfallecer. 

- El capataz le preguntó; ¿Cuándo afilaste tu hacha la última vez?

- ¿Afilar? No tuve tiempo de afilar, estuve muy ocupado cortando árboles.


Cuento de George Bucay

Un abrazo. Mari Cruz.

Moraleja: Cuando una y otra vez te empeñes en aplicar un método que no acaba de funcionar, recuerda el cuento del leñador; es mejor pararse a pensar por un minuto que se debe planificar para llegar a conseguir lo que deseas, para después utilizar todo el tiempo restante del que dispones en esforzarte motivado en conseguirlo. 



"Si quieres llegar rápido ve sólo; 

Si quieres llegar léjos ve acompañado".
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Pétalo 6 :) Escucha lo positivo ...

... Había una vez dos niños que patinaban sobre una laguna helada, era una tarde nublada y fría de invierno, pero los niños jugaban sin preocupación. 

De pronto, el hielo se reventó y uno de los niños cayó al agua, quedando atrapado. El otro niño, viendo que su amigo se ahogaba bajo el hielo, tomó una piedra y empezó a golpear y romper el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró romper la helada capa, agarró a su amigo y lo salvó. 

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaban cómo lo hizo, pues el hielo era muy grueso. 

- Es imposible que lo hay apodido romper con esa piedra y sus manos tan pequeñas, afirmaban sorprendidos los bomberos. 

En ese preciso instante apareció un anciano y dijo:

- Yo se cómo lo hizo.

-¿Cómo?, preguntaron asombrados los bomberos.

- No había persona alguna a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

Un abrazo. Mari Cruz

Recuerda que la Naturaleza es sabia, y

te dio dos oídos, dos ojos y una sola boca ...

Por algo será.

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martes, 24 de febrero de 2009

Pétalo 5 :) El mejor arquero del mundo

Un arquero quiso cazar la luna. 

Noche tras noche, sin descansar, lanzó sus flechas hacia el astro. 

Los vecinos comenzáron a burlarse de él. 

Inmutable, siguió lanzando sus flechas, noche tras noche...

El arquero nunca cazó la luna ... 

Y se convirtió en el mejor arquero del mundo.

Un abrazo. Mari Cruz

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Pétalo 4 :) Verdades del canario

Cierto día un hombre capturó un canario minúsculo al que sujetaba en la palma de la mano. 

El canario intentó negociar su libertad diciendole al hombre:

-¿Qué quieres hacer conmigo? Sabes soy muy pequeño y apenas si tengo la piel sobre los huesos. Dame la libertad y yo te diré tres verdades que te serán muy útiles en la vida. 

-¿Pero cómo sabré que tus verdades tienen valor para mi? replicó el hombre. 

- Es sencillo: Te diré la primera verdad mientras estoy todavía en tu puño; de este modo podrás juzgar por ti mismo su valor, mientras estoy en tu poder.

Te diré la segunda verdad cuando haya alcanzado la rama de ese árbol; si dudas de su interés, todavía me podrás alcanzar con una piedra. Finalmente, te diré la tercera verdad, la más justa, cuando ya vuele por el cielo. 

El hombre encontró aceptables esas condiciones; después de todo, tampoco tenía nada que perder. Así pues, le pidió al pájaro que le revelase la primera verdad. 

-He aquí la primera verdad respondió el pájaro. "Si pierdes alguna cosa, aunque se trate de tu propia vida, no debes lamentarlo". 

El hombre sonrió. Ah! se dijo. He aquí una verdad profunda. El desapego de las formas exteriores es el secreto de la verdadera libertad. Y dejó que el pájaro volase hasta la rama de árbol, desde donde le este le dijo:

-He aquí la segunda verdad: "No creas todos los absurdos que te dicen, a menos que se te proporcione la prueba". 

El hombre asintió una vez más. Decididamente, este pájaro es un gran sabio, se dijo. Esta verdad es tan justa como la primera. El hombre se encuentra atraido de forma natural por la mentira y por la ilusión, causante de su codicia y de su falta de deseo de la verdad. De ese modo se le puede hacer creer lo que sea. Y dejó que el pájaro volase al cielo. 

Pero apenas había abandonado la rama cuando el pájaro se puso a gritar:

-¡Desgraciado! No sabías que yo me había tragado dos enormes diamantes, gordos como tus puños. Si me hubieras matado habrías hecho fortuna. 

Al oir tales palabras, el hombre montó en cólera e intentó tirar piedras al pájaro, pero este se hallaba fuera de su alcance ya. 

Entonces el hombre empezó a lamentarse por su suerte y a dolerse por la fortuna que habia dejado volar tan estupidamente. Y en esto escuchó al canario que estaba riendose. 

-¿Porqué te ríes?, preguntó el hombre, ¿Te estás burlando de mi?

-Si, respondió el pájaro. 

Porque tu codicia te hizo olvidar las dos verdades que te había enseñado.

Te dije que no había que lamentar jamás una cosa, aunque fuera tan preciosa como la vida, y tu te lamentas de haberme liberado.

Además te dije que no creyeras cualquier cosa sin una prueba, sobretodo cuando es algo que va contra el sentido común.Ahora bien, me has creido cuando te he dicho que me había tragado dos diamantes tan gordos como tus puños, cuando lo cierto es que todo mi cuerpo cabe en la palma de tu mano. 

El hombre lleno de confusión, no se atrevió a decir nada más. 

Pero el pájaro continuó:

- Eres un necio, y no mereces ni siquiera las verdades de un canario. 

Sin embargo, voy a decirte ahora mismo la tercera verdad, la más justa de todas. 

-He aquí, la tercera verdad:

"Por culpa de su codicia y de las limitaciones de que es prisionero, de las cuales no logra librarse, el hombre se verá siempre pegado a la superficie de la tierra y jamás podrá volar".

Y el pájaro remontó su vuelo hacia lo más alto del cielo, 

mientras el hombre se quedaba tristemente en la tierra. 

Un abrazo. Mari Cruz

Moraleja: La codicia se muestra sorda a las palabras de al verdad.

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Pétalo 3 :) ¿A quién le pertenece el obsequio?

Cerca de Tokio vivía un gran samurai ya anciano, que se dedicaba a enseñar a los jóvenes. 
A pesar de su edad, corría la leyenda de que todavía era capaz de derrotar a cualquier adversario. 

Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció allí.

Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba a que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para reparar en los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.

El jóven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, fue en su busca para derrotarlo y aumentar su fama. 

Todos los estudiantes del samurai se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío. Juntos se dirigieron a la plaza de la ciudad donde el jóven comenzó a insultar al anciano maestro.

Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió en la cara, le gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados. Durante horas hizo todo loposible para provocarle, pero el viejo permaneció impasible. 

Al final de la tarde, sintiendose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró. desilusionados por el hecho de que el maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, fue entonces cuando los alumnos le preguntaron:

- ¿Cómo pudiste, maestro, soportar tanta indignidad? ¿Porqué no usaste tu espada aún sabiendo que podías perder la lucha, en vez de mostrarte cobarde delante de todos nosotros?

El maestro le preguntó:

- Si alguien llega hasta ustedes con un regalo y ustedes no lo aceptan, entonces pueden decirme ustedes qué ocurre con el obsequio entonces;  ¿A quién pertenece el obsequio?

- A quién intentó entregarlo, respondió uno de los alumnos. 

- Lo mismo vale para la envidia, la rabia, y los insultos, dijo el maestro.  Cuando no se aceptan, continúan perteneciendo a quién los llevaba consigo. 

"Aplícate el cuento: Relatos de Ecología Emocional" 

Jaume Soler y Merçé Conangla (Editorial Amat) 

Un abrazo. Mari Cruz

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lunes, 23 de febrero de 2009

Pétalo 2 :) ¿Qué hemos hecho hoy?

Hoy comienzo trayecto a Itaca, espero en el camino conoceros, que me sintáis cerca, si podéis me presentéis a muchos de vuestros amig@s y disfrutar de vuestra grata compañía.
Comienzo con esta reflexión que me parece generadora de cambios.
"Haremos mucho en los años venideros,
aunque,
¿Qué hemos hecho hoy?
Daremos nuestro oro en sumas principescas,
sin embargo,
¿Qué hemos dado hoy?
Elevaremos ánimos y enjugaremos lágrimas,
con esperanza aplacaremos los temores,
diremos afectuosas palabras de aliento,
aunque,
¿Qué dijímos hoy?
Con el tiempo seremos muy amables,
y sin emabargo,
¿Lo hemos sido hoy?
Daremos a la verdad mayor alcance,
y a la sólida fe mayor valía,
alimentaremos a las almas hambrientas,
aunque,
¿A quién alimentaremos hoy?
Cosecharemos alegrías prontamente,
y sin embargo,
¿Qué hemos cosechado hoy?
Construiremos castillos en el aire,
y entonces,
¿Qué hemos construido hoy?
Es grato regodearse en sueños ociosos,
aunque,
¿Hacémos nuestra tarea aquí y ahora?
Sí,
esto es lo que nuestras almas deben preguntarse,
aquí y ahora,
¿Qué hemos hecho hoy?
__________________
Quien siembra un pensamiento, cosecha una acción.
 Quien siembra una acción, cosecha un hábito.
 Quien siembra un hábito, cosecha un carácter.
Quien siembra un carácter, cosecha un destino.
__________________

Un abrazo. Mari Cruz
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Pétalo 1 :) Mito del Centésimo Mono

El Centésimo Mono es el nombre de un nuevo mito. Frente a las costas de Japón los científicos han estado estudiando las colonias de monos y sus comportamientos no tan lejanos a los de los humanos. Los monos salían de los árboles para recoger las batatas que les dejaban los científicos en las playas, para llevárselas y comerlas llenas de arena.

Un día una hembra jóven, Imo, comenzó a lavar la batata en el mar antes de comerla. Imo más tarde comenzó a enseñar a sus progenitores y familiares a hacer lo mismo. Al principio sólo los adultos la imitaron, para más tarde hacerlo casi toda la colonia. Un día los observadores vieron que todos los monos de la isla lavaban las batatas para comerlas limpias. 

Lo más fascinante fue que cuando se produjo ese cambio; la conducta de todos los monos del resto de las islas cambió; todos lavaban sus batatas, a pesar del hecho que las colonias de monos no tenían contacto directo entre ellas dado que habitaban en diferentes islotes. 

Esto vendría a avalar la confirmación de la teoría del campo morfogenético, el centésimo mono, sería el mono anónimo que hizo decantar la balanza de la cultura; aquel cuyo cambio de conducta marcó el número crítico de monos que habían cambiado.

Es una alegoría a la Nueva Era que ofrece la Esperanza a las personas que han estado trabajando en cambiarse a si mismas y en salvar al Planeta, preguntándose si sus esfuerzos individuales servirán para algo, si todos consideramos que somos ese centésimo mono y que el cambio está en nuestras manos encontrar el camino sólo es cuestión de que caminemos en ese sentido, el camino interior. 

El cambio de una especie puede llegar a producirse gracias al cambio de cada uno de los individuos quienes, uno a uno, hacen algo nuevo cada día.

Cuanta más gente lo haga, más fácil será para todos, hasta que al final un buen día, alguien será efectivamente ese centésimo mono anónimo; y todo haya, ya de hecho, cambiado. 

A aquellos que tienen necesidad de cambiar el mundo y tienen el coraje y fortaleza necesarios, así como el empeño en que pueden conseguirlo, esta teoría les anima, obtienen una visión de lo que desean y les lleva a ser profundamente ellos mismos. 

Aparte de estar motivados a hacer un cambio en el exterior, en realidad es una metáfora de lo que sucede en el interior de cada uno de nosotros. 

Si repetimos una conducta motivados el suficiente número de veces, al final nos convertimos en lo que hacemos. 

http://www.youtube.com/watch?v=OLCP-EnEO1M&feature=player_embedded

http://www.hune.org/mundohune/Blog/tabid/57/EntryId/132/El-mono-numero-cien-El-que-genero-un-avance-ideologico-100.aspx

Versión del mito el centésimo mono de Ben Keyes Jr. adaptado en el libro "Los Dioses de cada Hombre" de la analista jungiana Dra. Shinoda Bolen.

Un abrazo. Mari Cruz

Siembra un pensamiento y cosecharás un acto. 

Siembra un acto  y cosecharás un hábito. 

Siembra un hábito y cosecharás un carácter.

Siembra un carácter y cosecharás un destino ...

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