domingo, 29 de mayo de 2011

Pétalo 253 :D On the Up

Hace tiempo que me apetecía dedicar un pétalo especial a "UP" la película de pixar que según dícen es la esencia de la programación neuro-lingüística en estado puro, y según mi opinión una de las mejores películas de los últimos años ya que toca de lleno múltiples temáticas no sólo aplicables profesionalmente sino también valores. Antes de que sigas leyendo me gustaría recomendarte que la vieras antes para después leer el post, y así contrastar tu percepción con la mía. 

Creo que la historia puede dividirse en varias partes: la primera en la que se perfilan los caracteres de los dos exploradores contrapuestos el intrépido y el consecuente, o mejor dicho la intrépida y el consecuente; la siguiente etapa es en la que se dá rienda suelta con una série de imágenes magnificamente hilvanadas a la vida en pareja sin necesidad de nada más, y la última parte en la que verdaderamente comienza la historia o gran aventura inconsciente de los protagonistas haciendo una demostración espléndida de lo que es buen cine de animación para adultos.    
  • No me gustaría detenerme mucho en la parte descriptiva del comienzo ya que lo más destacable es percibir la descripción que se hace de los roles de los niños: uno el aventurero consciente y miedoso en contraposición al delgaducho, ariesgado, valiente, hablador, quizá en cierto modo quien muestra la parte más inconsciente o emocional que todos tenemos y que muy pocas veces dejamos aflorar mientras vivimos una trepidante vida planificada, en este caso encarnada por Eli, y que en la película aflora cuando el protagonista, Carl ya es un malhumorado anciano. 
Nunca es tarde si la dicha es buena y en esta ocasión Carl cambió, de ahí que todo cambiara en su vida, su vida era su casa, lo terrenal o su ancla a lo tangible, hasta que vivió esta intrépida aventura irreal de encontrarle el sentido a lo que quedaba de su día, y que pasaba por... bueno, mejor no te cuento qué descubrió averígualo mejor tú viendo de nuevo la película que merece la pena.  
  • Parece que la parte que describe la vida en pareja de Carl con Eli es una de las favoritas, si ciertamente está magníficamente diseñada ya que sin precisar locución se muestran los sentimientos de ambos y cómo se desarrolló su vida mediante un lenguaje no verbal brillantemente mostrado. Quizá Eli se contrapone durante toda la historia al consecuente y racional Carl que cuando se deja llevar por sus emociones es cuando nace lo mejor de él, en el momento en el que integra y deja aflorar lo que quizá él considera que debe ocultar desde que se fué su mujer es cuando disfruta verdaderamente de los instantes vitales. En cierto modo vendría a resumirse como que la razón nos lleva a conclusiones mientras las emociones nos llevan siempre a la acción y por eso Carl vive esta trepidante aventura. 
  • La verdadera historia comienza cuando harto de verse acosado por las constructoras Carl decide levar anclas y nunca mejor dicho, puesto que metaforicamente es justo lo que hace ayudado de miles de globos, símbolo muy utilizado en terapia, tomar las riendas y zarpar para cumplir su sueño, en cierto modo cambia cuando ya no le queda más remedio porque se ve relegado a vivir sus últimos días sin ilusión.  
Una curiosidad antes de seguir, se díce que la fisonomía de Carl se fundamenta no sólo en un triángulo, con un círculo y dos cuadrados como gafas, sino en el gesticulante ya fallecido actor Karl Malden, por algo el protagonista se llama así supongo. Siguiendo con los parecidos a mi Muntz me recuerda a Errol Flynn. Bueno prosigo. 

  
Es curioso las contraposiciones que se dan durante toda la cinta, ya que mientras Carl lleva una vida monótona, anclado en sus emociones de tristeza y apatía, casi ni puede levantarse de la cama, es más precisa ayuda, cuando todos los colores de su vida son grises y marrones, para después comportarse una vez motivado por un objetivo como un jovenzuelo mientras se desarrolla toda la película en unos paisajes idílicos en Venezuela. En cambio Russell es todo motivación e ilusión por vivir, cualquier acontecimiento lo vive como una aventura interesante.
El diseño de los roles de Carl, anciano malhumorado porque ha perdido a la única persona que ha querido en su vida, su esposa Eli, y con quien deseaba cumplir su sueño, que le hace sumirse en una profunda tristeza; con Russell un jovencito intrépido, perseverante que desea ser un magnífico explorador aunque sea algo ingenuo y que no tiene muy cerca su rol paterno, hacen el binomio perfecto para una gran película, ya que se necesitan y se complementan.

El momento clave es cuando Carl retoma su sueño y se da cuenta que lleva un polizón inesperado, a partir de entonces comienza a fraguarse no sólo una chispeante relación sino que poco a poco va transformándose en algo más a medida que van viviendo experiencias inesperadas como es conocer a los otros dos componentes de esta peculiar familia feliz, la parte femenina y por supuesto el fiel Dug, un perro que anhela un amo al que servir; esos valores a los que me refería al comienzo del post, aquella familia que Carl deseó y que no pudo tener, de ahí que quizá esta segunda parte no sea más que su sueño hecho realidad en su imaginación. Aquí os dejo una foto de familia de aquella que siempre quiso tener y no pudo ser. 

La verdad es que no queda muy claro si toda la aventura es real o imaginaria ya que quizá el abandonar la casa terrenal y marcharse a vivir al zeppelin sea un modo más de mediante símbolos enmarcar un futuro predecible, y pasar de su casa a la residencia para que finalmente construyan la heladería, sólo que en el transcurso a Carl en lugar de acompañarle su mujer como le hubiera gustado, le acompaña un jovencito que le devuelve el volver a contactar con su alma por medio de un ave de colores espectaculares y un perro fiel, una familia atípica, aunque no ha de extrañarnos, todo es posible en el cine y en nuestros sueños. Y ya se sabe que lo que crees lo creas, así que en cierto modo él lo creo para disfrutarlo. 

Una escena con aprendizaje organizacional se da cuando se desata la tormenta y Carl, por haber apagado su aparato de audición no logra escuchar las advertencias de Russell, cuando no se produce la escucha consciente de los miembros del equipo es dificil percibir los peligros que se avecinan. Otro símbolo interesante durante toda la película es el significado de los globos, que si no son cortados y soltados no se logra seguir el trayecto, se hace casi imposible, hay que soltar lastre para poder proseguir el camino, si no se suelta no se avanza, que gran metáfora. 

Un corte interesante para talleres de innovación y creatividad aparece cuando el líder no sabe qué hacer, y Russell muy resuelto e ingenioso se le ocurre una solución fuera del todo orden lógico, normal es un niño y suelen tener adormecida su parte racional no así su parte imaginativa, y propone porqué no tirar de la casa hasta las cataratas, haciendose eco de la manida pregunta de coaching, ¿Y porqué no? 

Ciertamente os recomiendo esta pregunta para esos momentos de decisiones complicadas, porque cuando no encuentres razones para un sí o un no concluyente pregúntate justo lo opuesto y quizá aparezcan un arcoiris de posibilidades ante tí. 

En éste mundo irreal, que no sabemos ni tan siquiera si ocurre en realidad, como no iba a aparecer su adorada Eli, lo que ocurre que en el mundo de los sueños y del subconsciente nada es lo que parece, no hay más que ver los cuadros de Dalí.

Así que Eli tenía que aparecer llena de colorido, agradable, simpática, devoradora de chocolate y con gran instinto maternal, si el mejor modo era dotarle del aspecto de una posible gamusino, o un bello pájaro exótico que aporta a esta peculiar familia justo lo que necesitaban para llegar al final, es el elemento imprescindible que Carl tenía para acercarse a sus emociones, y en sus sueños o parte inconsciente tenía que aparecer de igual modo. 

A medida que van viviendo la trepidante historia que no tiene desperdicio, nos podemos dar cuenta que cuando se tienen sueños y ganas de luchar por ellos no se sienten las limitaciones y es lo que les ocurre a los protagonistas cuando Carl puede correr como un mozalbete y Russell trepar finalmente por la cuerda a pesar de haberle resultado materialmente imposible la primera vez, sólo precisó escuchar las palabrar de Carl dándole confianza y el camino estaba allanado. Querer es poder, y él quería subir. 

Es curioso porque en muchos proyectos ocurre que inicialmente se comienza con un objetivo para a medida que transcurre el tiempo, conforme evoluciona el equipo y las circunstancias cambian darse cuenta que el objetivo ya no son las cataratas sino... bueno es mejor que cada uno de vosotros saque sus propias conclusiones de cuál es el verdadero objetivo final de esta divertida aventura. 

Al igual que en Coaching Ontológico se díce que el lenguaje genera el ser que somos, me gustaría focalizarme en los perros, ya que no sólo lo que dícen, sino en cómo lo dícen genera un sentido en la película, es un modo más de mostrar los rasgos de personalidad de cada personaje.  

Una escena interesante se dá en la cena, cuando convergen de nuevo contrapuestos, la ingenuidad del niño y la experiencia de Carl. Y una de las más destacables en cuanto a lo que es configurar un equipo es cuando escapan, y todos ellos ayudados por la multicolor ave logran cruzar el gran cañón, ahí es cuando logran hacer piña o dicho de otro modo lograr ser una peculiar familia en el mundo del subconsciente, o un gran equipo si hablamos dentro de las organizaciones, cada uno con sus potencialidades que desarrollan en momentos de incertidumbre logran uniendo esfuerzos salir vivos de la persecución. 

En varios momentos el lastre les impide alcanzar sus objetivos y es que las metáforas y símbolos siguen mostrándose en todo momento para que nos demos cuenta qué es lo verdaderamente importante de lo simplemente urgente, superficial o ascesorio en nuestras vidas. La casa en el comienzo es el centro y en las escenas finales no aparece como relevante, qué aparece en la vida del anciano en su lugar... quizá será mejor que volváis a ver la película para apreciar estos detalles. 

Un momento interesante se dá cuando Russell decide de motu propio ir a ayudar a la multicolor ave y va tras el zeppelin, cosa que no hubiera hecho cuando era un atemorizado explorador, como tal y como decía Goethe el talento se educa en la calma y el caracter en la tempestad, y las circunstancias le sirven de acicate a Carl para moverse en la misma dirección. 

Quizá es curioso que un alimento como es el chocolate tenga una capacidad de movilización tan grande en un ave multicolor, pero claro quizá si han querido caer en el tópico los guionistas de pixar y como a las féminas nos gusta mucho el chocolate y a algunas hasta les cambia el estado de ánimo, es lógico que hayan unido todo ello en el mismo símbolo. Lo cierto es que el chocolate, la gamusino Kevin y la casa tienen una escena que conviene ver unas cuantas veces para darnos cuenta lo que es verdaderamente interesante en nuestras vidas. 

Como broche comentaros las reflexiones a las que escena tras escena me ha llevado finalmente esta gran película:  

Sólo cambiamos en esencia cuando no nos queda más remedio que huir, atacar o quedar paralizados, en cambio rara vez somos capaces de actuar proactivamente previamente, que es precisamente lo que nos lleva a conseguir grandes vivencias en la vida.

Sólo levamos anclas cuando nos vemos obligados a ello para cumplir nuestro sueño.

Sólo cuando vaciamos nuestra casa de objetos y emociones inservibles es cuando podemos seguir creciendo y volando.

... 

Y bueno espero que a vosotros se os ocurran muchas más con esta interesantísima película que merece la pena ver al menos unas cuantas veces para poder captar todos los matices. 

un abrazo. Mari Cruz 
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