miércoles, 25 de marzo de 2009

Pétalo 46 :) Orishas

La santería cree en una fuerza o Dios universal del que proviene todo lo creado, llamado Olodumare. La energía de Olodumare es Ashé. Luego están los orishás, que son deidades que gobiernan diversos aspectos del mundo. Los Orishas, además, velan para que cada mortal cumpla el destino que tiene marcado desde su nacimiento. Los Orishas son los emisarios de Olodumare, o Dios Omnipotente. Ellos gobiernan las fuerzas de la naturaleza y los asuntos de la humanidad. Se reconocen a si mismos y son reconocidos a través de sus diferentes números y colores, los cuales son sus marcas, y cada uno tiene sus comidas favoritas y otras cosas que les gusta recibir en forma de ofrendas y regalos. En conformidad, sus seguidores hacen ofrendas en la forma a la cual ellos están acostumbrados, como siempre las han recibido, para que así ellos reconozcan sus ofrendas y vengan en su ayuda. 

Se comprende mejor a los Orishas observando las fuerzas de la naturaleza que ellos gobiernan. Por ejemplo, se puede aprender mucho sobre Oshún y sus hijos estudiando los ríos y arroyuelos que ella gobierna, y observando que a pesar de que ella siempre fluye en dirección hacia su hermana Yemayá ,el Mar, lo hace dentro de su propia ruta indirecta. También se puede observar como la riada o inundación repentina reflejan sus cambiantes estados de ánimo. 

Los Orishas son las deidades adoradas por el Santero y el Babalawo. Cada Santo requiere su ritual adecuado a su sacralización. En el Panteón Yoruba existían 201 Deidades, cuando provenían de África, pero que llegaran a América, en concreto a Cuba dónde se conservan aún hoy día, sólo se conocen 32. 

La identificación de los Orishas con los santos más conocidos tiene razones muy simples, que se relacionan con el aspecto o las acciones de los santos:

- Eleggua, el santo niño; se hace referencia al Santo Niño de Atocha. Elegba (también llamado Elegua) es el dueño de los caminos y puertas en este mundo. El es el depositario del Ashe. Los colores rojo y negro o blanco y negro son suyos, y codifican su naturaleza contradictoria. En particular, Elegba se erige en la encrucijada de los humanos y lo divino, pues el es el infantil mensajero entre los dos mundos. En este papel, no es sorprendente que tenga una relación muy estrecha con el orisha de la adivinación, Orunmila. Nada puede hacerse en ninguno de los dos mundos sin su permiso. A Elegba siempre se le hace sacrificio propiciatorio y es llamado antes que ningún otro orisha, pues el es el que abre las puertas entre los mundos y abre nuestros caminos en la vida. El se reconoce a si mismo y es reconocido por los números 3 y 21. http://www.youtube.com/watch?v=zwgfRPtLn_M

- Obatalá es el padre bondadoso de todos los Orishas y de la humanidad. El es también el dueño de todas las cabezas y las mentes. Aunque fue Olorun el que creo el universo, Obatalá fue el creador del mundo y de la humanidad. Obatalá es la fuente de todo lo que es puro, sabio, apacible y compasivo. No obstante, el tiene un aspecto guerrero a traves del cual impone justicia en este mundo. Su color es blanco, al cual a veces se le da realce con rojo, morado u otros colores para diferenciar sus diferentes caminos. Blanco es el color mas apropiado para Obatalá, pues además de contener todos los colores del arco iris, esta por encima de ellos. Obatalá es también el único orisha que tiene caminos masculinos y femeninos. http://www.youtube.com/watch?v=nAdIJeOd2_0

- Santa Bárbara, que en las creencias católicas es representada con vestimentas rojas y espada, es Changó, deidad del trueno. Quizás el más "popular" de los Orishas, Changó gobierna los relámpagos, los truenos, el fuego, los tambores y la danza. Él es un Orisha guerrero de inteligencia o ingenio agudo, temperamento irascible y la personificación de la virilidad. Changó tomo la forma del cuarto Alafin (rey supremo) de Oyo en la tierra durante un tiempo. El esta casado con Obba, pero mantiene relaciones amorosas con Oyá y Oshún. Changó es un orisha extremadamente fogoso y de voluntad fuerte, que ama todos los placeres del mundo: el baile, los tambores, las mujeres, los cantos y la comida. El es ocanani con Elegba, lo cual significa que son de un mismo corazón. Cuando se contempla la rapidez con la cual el rayo cae en un árbol, o con la que el fuego brama a través de un área, uno ha presenciado el temperamento de Changó en acción. Aunque el negocio el Tablero de Ifa con Orunmila a cambio de la facultad del baile, sus hijos tienen una habilidad innata para la adivinación. En reconocimiento de la grandeza de este rey, todos en la religión se yerguen en la punta del pie (o se levantan del asiento si están sentados), a la mera mención de su nombre. Sus colores son el rojo y el blanco, y el se reconoce a si mismo en los números cuatro y seis. A menudo se le representa por un hacha doble. http://www.youtube.com/watch?v=31OvX4An59Q

- Ogún, que maneja el hierro, dios de la guerra y las armas, es el mítico San Jorge, vencedor del dragón en la iconografía cristiana. Ogún es el dios del hierro, la guerra y las faenas. El es el dueño de toda la tecnología, y como esta tecnología forma parte de su naturaleza, es casi siempre utilizada primero en guerras. Así como Elegba abre los caminos, es Ogún el que limpia los caminos con su machete. A Ogún se le reconoce en el numero 7, y sus colores son verde y negro. http://www.youtube.com/watch?v=W1f2LniY9zM

- Agayú encuentra su correlato en San Cristóbal, que para los creyentes cristianos es el dios de los volcanes, la fuerza bruta, el poder de la tierra y el fuego

- Inle, el médico, es San Rafael, el arcángel que cura y sana.

- La Virgen de Regla es Yemayá, diosa de la maternidad y del mar. Yemayá vive y reina en los mares y los lagos. Ella también domina la maternidad en nuestras vidas y es la Madre de Todos. Su nombre, una versión corta de Yeye Omo Eja significa "La Madre cuyos Hijos son los Peces", nombre que refleja el hecho de que sus hijos son innumerables. Toda la vida comenzó en el mar, el liquido amniótico dentro del vientre de la madre es una representación del mar, donde el embrión se debe transformar y evolucionar en forma de pez antes de convertirse en un bebé humano. De esta forma Yemayá se revela a si misma como la verdadera madre de todos. http://www.youtube.com/watch?v=RnmFqm4Nq4Y&feature=related

Ella, y la raíz de todos los caminos o manifestaciones, Olokun, es la fuente de todas las riquezas, las cuales Yemayá liberalmente entrega a su pequeña hermana Oshún. Se viste con siete faldas o sayas azules y blancas y, como los mares y lagos profundos, ella es profunda y desconocida. En su camino como Okuti ella es la reina de las brujas, llevando dentro de ella secretos profundos y oscuros. http://www.youtube.com/watch?v=D_XqEEmu13c&feature=related

- Orunmila es el orisha de la sabiduría y la adivinación. El fue el único orisha al que se le permitió ser testigo de la creación del universo por Olorun, y se comporta también como testigo de nuestros destinos en desarrollo. Este es el origen de su titulo de Eleri Ipin, o "Testigo del Destino en su Creación". Sus sacerdotes, los babalawos o "Padres de los Secretos", deben dedicarse enteramente a la practica de la adivinación y las artes relacionadas. A través del Tablero de Ifa, sus sacerdotes desvelan los secretos del universo y los secretos del despliegue de nuestras vidas. Sus colores son el verde y el amarillo, los cuales reflejan la relación de Orunmila con Osayin (los secretos del mundo de las plantas) y con Oshún, la cual es su apetevi, con la cual el sostiene una relación extremadamente cercana. Orunmila es sabiduría y Oshún es conocimiento, pues la sabiduría sin el conocimiento es ineficaz, y aquel que tenga conocimiento sin sabiduría es un peligro para si mismo y para otros. 

Oshosi es el tercer miembro del grupo de Orishas conocido como Guerreros, y es recibido junto con Elegba, Ogún y Osun para proteger al iniciado en Guerreros, y así abrir y limpiar sus caminos. Oshosi es el cazador y explorador de los Orishas, y asume el papel de traductor para Obatalá, con el cual tiene una relación muy estrecha. Sus colores son azul y amarillo. 

- Ochúm, diosa de los ríos es la Virgen de la Caridad del Cobre, ella es la dueña del amor, el oro; creadora del dinero, la belleza, la coquetería. La más bella de las orishás, dueña de la miel, y patrona de Cuba.Oshún reina las aguas dulces del mundo, los arroyos, manantiales y ríos, personificando el amor y la fertilidad. Ella es también a quien nosotros acudimos en busca de ayuda en asuntos monetarios. Es la más joven de los Orishas femeninos, pero retiene el titulo de Iyalode o gran reina. Oshún cura con sus dulces aguas y con la miel, de la cual es también poseedora. Es la femme fatale de los Orishas y una vez salvo al mundo seduciendo a Ogún para que saliese de los bosques, utilizando todas sus artes femeninas para ello. Y, en su camino o manifestación como Ibu Kole, salvo al mundo de la sequía volando hasta el cielo (en el proceso, se convirtió en un buitre). Ikole significa "Mensajera de la Casa" (de Olodumare). Por esta razón, todos los que son iniciados como sacerdotes, sin importar cual sea el orisha que rija su cabeza, deben ir al rió y darle cuenta a Oshún de lo que van a hacer. Ella se reconoce a si misma en los colores amarillo y oro, y su numero es el cinco. Los pavos reales y los buitres son suyos, y frecuentemente se utilizan para representarla. http://www.youtube.com/watch?v=qAZAa2RUE0o

- Oyá, es la diosa del cementerio, se sincretiza con la Virgen de La Candelaria, Patrona de Canarias en España.Oyá es la soberana de los vientos, el remolino y las puertas del cementerio. Su numero es el 9, el cual le da el titulo de Yansa o "Madre del Nueve", en el cual ella gobierna a Egun o los muertos. También es conocida por los colores marrones o castaños, diseños floridos y nueve colores diferentes. Ella es una guerrera feroz que cabalga a la guerra con Changó (comparte los relámpagos y el fuego con él) y fue en una ocasión la esposa de Ogún. http://www.youtube.com/watch?v=TclptuYRJPQ

Todos ellos son santeros, iniciados mediante ritos específicos, el primero de los cuales es un ritual de purificación y la entrega de cinco collares, representando a Shangó, Obbatalá, Yemayá, Oshún y Eleggua o recibiendo a los orishás guerreros, que son Elegguá, Oggún, Oshosi y Ozun que son santos consagrados en otanes, piedras. 

Los pilares fundamentales de la religión se basan en el culto a los ancestros muertos (egúns) y en el conocimiento de que existe un Dios único (Oloddumare) y se relaciona con los seres humanos a través de extensiones del mismo, que también son divinidades, a las cuales los yorubas denominaron orishás. Por estas características se considera que es una religión politeísta.

El ebbó o sacrificio para lograr resolver problemas de índole económica, problemas de salud o de estabilidad espiritual está presente en la religión. Y en la adivinación a través de los tres oráculos que componen la religión, el oráculo de ifá (utilizado por los babalawos), el oráculo del diloggún (caracoles) utilizado por los santeros y el oráculo del biagué (coco), utilizado indistintamente por ambos. El sacrificio pueden ser plantas, semillas, metales, animales u otros productos provenientes de la naturaleza, ya que la religión tiene un carácter neo-pagano.

El sacrificio animal ha sido criticado por los medios de masas de las culturas occidentales, sin embargo con el propósito de establecer la diferencia existente entre el sentido de sacrificio hallado en el Antiguo Testamento y en las prácticas santeras, vemos como en el libro de Levítico, específicamente desde el versículo 1 hasta el 7, se relata la historia de cómo un día el dios Yavé llamó a Moisés y le ordenó que le sirviera de mensajero ante los hijos de Israel instruyéndoles detalladamente el método para llevar a cabo los sacrificios propiciatorios en su nombre. De igual manera, Yavé le dijo a Moisés que estos sacrificios, siempre y cuando se hicieran según las disposiciones prescritas, serían bien recibidos por él y, a cambio, los pecados de la persona que ofreciese dicho sacrificio serían perdonados. Pero se entiende ahora que el sacrificio animal ya no es valido en el Nuevo Testamento porque Jesucristo se sacrifico así mismo por la humanidad, cancelando así los sacrificios posteriores.

Evidentemente, y a diferencia de la tradición yoruba, en este pasaje del Antiguo Testamento el sacrificio y el modo en que éste debe llevarse a cabo, ambos, están dados por Dios a los hombres a través de la revelación a Moisés y, en segundo lugar, el propósito principal del sacrificio, según se presenta en dicho pasaje del libro de Levítico, es lograr el perdón de los pecados y en este sentido podemos decir que ya Jesucristo sacrificándose así mismo perdono todos los pecados del hombre, siendo inecesario ahora realizar sacrificios, ya que todos los pecados e incluso los que están por cometerse han sido y serán perdonados.

En cambio, en la santería, el sacrificio de animales está determinado por el rito de la adivinación, lo cual evidencia la existencia de una característica fundamental entre muchas religiones endógenas de África, a saber, la ausencia de una revalación divina y, por el contrario, la persistencia de conocimientos ancestrales que han sido transmitidos a los hombres y mujeres desde los primeros tiempos, aquellos, según los yoruba, en los que la humanidad y los orishá convivían en este planeta. En este sentido, jamás algún animal se sacrifica caprichosamente. Cada sacrificio responde a la solicitud, a través de los métodos de adivinación, de algún orishá o ancestro que requiere de uno o varios animales para poder resolver la situación que la persona consultada quiera solucionar.

Generalmente los orishás y ancestros solicitan que les sea ofrecido uno o varios animales especificando el tipo y el género en el caso de que la vida o el bienestar de la persona consultada estén en juego. En este sentido, el sacrificio no es un instrumento mediante el cual se pretenda redimir pecado alguno ya que en la santería no existe tal concepto. En la santería ni el hombre ni la mujer son concebidos como depositarios a priori de cierta culpa.

El sacrificio, según la cosmovisión santera, es la vía mediante la cual puede ser restaurado un proceso o un ritmo que haya sido interrumpido. Los santeros aluden a que cada quien nace con un ritmo específico, un ritmo espiritual en la vida, que no debe ser interrumpido ya que si es así, entonces la persona no podrá realizarse plenamente. Sin embargo, cuando este ritmo ha sido trastocado, por las razones que hayan sido, entonces se requiere del sacrificio de un animal para restaurarlo. La sangre del animal, ofrecida a algún orishá y/o ancestro, es capaz de restaurar dicho ritmo porque ella está ligada directamente a un ritmo en el cuerpo del animal.

Un abrazo. Mari Cruz

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