Se cuenta que el discípulo de un sabio filósofo oriental llegó a casa y le dijo:
- Apreciado maestro, se dice en la aldea que un buen amigo tuyo ha estado hablando mal de ti.
- !Espera¡ lo interrumpió el filósofo. ¿Has hecho pasar por el filtro de las tres preguntas lo que ahora me vas a explicar?
- ¿Los tres filtros maestro? dijo el discípulo.
- Si, el primer filtro corresponde a la verdad. ¿Estás seguro que lo que me vas a relatar es absolutamente cierto?
- Bien, no lo se con certeza maestro, me lo han comentado unos vecinos de la aldea.
- Espero por lo menos que lo hayas pasado por el segundo filtro; el segundo filtro corresponde a la bondad. A ver, ¿Esto que me vas a relatar es bueno para alguna persona o animal?
- Pues no realmente, no maestro. Más bien justo lo contrario.
- Bien, pasemos por el último filtro entonces; el tercer filtro corresponde a la necesidad. ¿Consideras que es estrictamente necesario hacerme saber esto que me vas a contar?
- De hecho, no maestro.
- Entonces, dijo el sabio sonriente disfrutando de su estado de paz mental que le caracterizaba. Si no sabemos si es verdad, no sabemos si es bueno y creemos que no es necesario, es mejor enterrarlo en el olvido.
Sabiduría popular china
Un abrazo. Mari Cruz
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