La Inteligencia lingüística: la que tienen los escritores, los poetas, los buenos redactores y que utiliza ambos hemisferios.
La Inteligencia lógica-matemática: utilizada para resolver problemas de lógica y matemáticas, es la inteligencia que tienen los científicos, se corresponde con el modo de pensamiento del hemisferio lógico y con lo que la cultura occidental ha considerado siempre como la única inteligencia, que radica en el hemisferio izquierdo del cerebro.
La Inteligencia espacial: consiste en formar un modelo mental del mundo en tres dimensiones; es la inteligencia que tienen los marineros, pilotos, ingenieros, cirujanos, escultores, arquitectos, decoradores y diseñadores.
La Inteligencia musical: permite desenvolverse adecuadamente a cantantes, compositores y músicos.
La Inteligencia corporal-cinestésica: o capacidad de utilizar el propio cuerpo para realizar actividades o resolver problemas. Es la inteligencia de los deportistas, artesanos, cirujanos, actores y bailarines.
La Inteligencia intrapersonal: permite entenderse a sí mismo y a los demás; se la suele encontrar en los buenos vendedores, políticos, profesores o terapeutas.
La Inteligencia interpersonal: es la inteligencia que tiene que ver con la capacidad de entender a otras personas y trabajar con ellas; se la suele encontrar en políticos, profesores, psicólogos y administradores.
La Inteligencia naturalista: utilizada cuando se observa y estudia la naturaleza, con el motivo de saber organizar, clasificar y ordenar. Es la que demuestran los biólogos y naturópatas.
Hoy han cobrado gran relevancia el desarrollo de las inteligencias interpersonal e intrapersonal debido a que son precisas no sólo para nuestro comportamiento organizacional sino también con lo seres cercanos.
La inteligencia INTRAPERSONAL es la capacidad de ver con coherencia, veracidad y modo realista cómo soy en realidad y lo qué quiero, y de comprender honestamente cuáles son mis prioridades y anhelos más inmediatos, para así actuar en su consecución.
Un matiz importante sería el dilucidar los componentes del auto-engaño u ocultación con respecto a nuestras emociones y sentimientos, no sólo no ocultarlos sino respetarlos. El respeto a nuestra parte no conocida es primordial en la aceptación.
En vez de suponer que uno está dominado por deseos y que nada se puede hacer al respecto, las personas con un alto grado de inteligencia intrapersonal pueden entender por qué sienten o piensan tal o cual cosa y actuar en consecuencia. Ven venir sus emociones, las dominan, canalizan y deciden en consecuencia.
Son personas que se ven agraciadas en la vida ya que hacen excelentes elecciones al momento de elegir con quién casarse, qué carrera estudiar o qué trabajo no aceptar, saben separar su parte racional de la eminentemente emocional y deciden en consonancia con ambas sin hacer sólo a una de ellas partícipe exclusiva de la decisión.
Aprenden o quizá lo saben de modo innato a monitorizar sus sentimientos para saber qué los sucede, y son personas capaces de llegar a entenderme y a tratarme con respeto y compasión mientras decido qué medidas tomar para lograr el anhelado equilibrio.
Son capaces de satisfacer sus necesidades emocionales y proporciona mecanismos para calmarse, evita a su vez que tenga reacciones desmedidas frente a lo que acontece en la vida.
Permite tener en tus manos las riendas de casi todas las situaciones, lo que redunda en un bienestar y equilibrio emocional que llega a notarse en el plano físico también. De ahí la importancia de desarrollar tanto la inteligencia interpersonal como la intrapersonal para equilibrar el organismo en cuanto al sueño, ejercicio y alimento.
La inteligencia INTERPERSONAL es la capacidad de escuchar activamente y comprender a otras personas, interactuar con ellos adecuadamente y tener empatía con ellos.
Poder discernir qué le sucede a otra persona en determinado contexto, en muchos casos sin necesidad de escucha activa simplemente con la observación esmerada, para actuar en consecuencia en relación con su estados de ánimo, conducta y deseo.
De vital importancia para comunicarnos efectivamente en nuestra vida diaria tanto profesional com personal. Muy útil sería desarrollarla adecuadamente como herramienta de comunicación.
Quienes poseen inteligencia interpersonal son buenos profesionales de la oratoria, abogados, políticos, comerciales, gozan de muchas amistades, mantienen una buena relación con sus compañeros de trabajo y con la gente que los rodea en general. son conciliadores natos.
Les resulta sencillo captar las necesidades ajenas y trabajar en consecuencia. Encuentran la palabra adecuada o el comportamiento que logra empatía con su interlocutor, y al leer emociones en otro puede adoptar una actitud positiva y conciliadora, ya que es necesario tener en cuenta lo que la otra persona siente o necesita para lograr una comunicación realmente efectiva.
La empatía es de vital importancia en nuestras relaciones con los demás. Para conseguirla, es imprescindible estar en una posición relajada, positiva, de receptividad, sin prejuicios, ni mecanismos defensivos.
La clave a tener en consideración para generar empatía es prestar mucha atención al lenguaje no verbal: tono de voz, el ritmo, entonación, cadencia, expresiones de la cara, movimientos de los músculos faciales, movimientos del cuerpo, gestos innatos, accesos oculares, modo de respirar, modo en el que se escucha al otro, etc.
Cuando parece que exista divergencia entre el lenguaje verbal y el no verbal prevalece este último debido a que es el canal con el que nos conectamos son el subconsciente.
Vamos sencillo de explicar, mirar al interior del pozo para ver si hay agua turbia y luego mirar al cielo por si se avecinan nubarrones ya que entonces no encontraremos con quién hablar durante el camino de vuelta.
Un abrazo. Mari Cruz
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